Tomado de Granma
El V Pleno del Comité Central del
Partido Comunista de Cuba, presidido por su Primer Secretario, el General
de Ejército Raúl Castro Ruz, examinó durante dos intensos días de trabajo
importantes temas relacionados con la actualización del modelo económico y
social cubano, complejo proceso emprendido en el país a
partir del 2011 cuando se efectuó el VI Congreso del Partido.
A la evaluación de las
políticas implementadas desde entonces se dedicó el primer punto de la agenda,
el cual previamente había sido analizado en dos ocasiones por el Buró Político.
Al presentar el tema, Marino
Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y
Desarrollo, expuso que para este análisis se habían tomado en cuenta,
fundamentalmente, aquellas políticas con normas jurídicas y un plazo de ejecución
suficiente para poder medir sus resultados.
Este estudio tuvo su origen
en una indicación impartida por el General de
Ejército sobre la necesidad de revisar
todas las políticas para conocer a profundidad qué había salido bien, qué se
debía rectificar y qué cuestiones obstaculizaban la implementación de las
medidas.
Los primeros tres años se
caracterizaron por un alto
ritmo de implementación de políticas, el cual se redujo luego
por la complejidad de las medidas y también a causa de errores en la
planificación de los procesos y en su control.
En ello incidieron además
limitaciones económicas y financieras que imposibilitaron el respaldo adecuado
a un grupo de medidas que requerían inversiones.
Durante los años 2016
y 2017 los esfuerzos se dirigieron, principalmente, a perfeccionar lo logrado.
Entre las causas y
condiciones generales que influyeron en los resultados desfavorables se señaló
que no siempre la Comisión de Implementación logró involucrar a los órganos,
organismos, organizaciones y entidades para que desde la base fueran capaces de
orientar, capacitar, apoyar, controlar y rendir cuentas de su gestión.
Al mismo tiempo se ha
manifestado una insuficiente
integralidad, visión limitada sobre los niveles de riesgos e incompleta
apreciación de los costos y beneficios.
En algunos casos ha sido
deficiente el seguimiento y control de las políticas, varias de las cuales se
fueron desviando de sus objetivos, sin una oportuna corrección.
En el Pleno se valoró que la
actualización
del modelo económico y social ha evidenciado ser un asunto de gran
complejidad. A ello se une el firme propósito de no dejar a ningún cubano
desamparado, lo que ha incidido en el ritmo de las transformaciones.
En la actualidad se
revisan todos los procesos y entre las prioridades están el ordenamiento
monetario, en particular los estudios sobre la unificación
monetaria y cambiaria; la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo
Económico y Social hasta el 2030; así como el examen integral y el perfeccionamiento
de las medidas que lo requieran, con las correspondientes propuestas.
Sobre este último asunto se
ejemplificó con la política para el trabajo por
cuenta propia, de la cual ya
han sido firmadas las normas jurídicas de mayor rango y debe desplegarse a
continuación un proceso de capacitación que incluirá a los 580 000 trabajadores
por cuenta propia y a más de 30 000 funcionarios públicos.
Los miembros del Comité
Central se refirieron también a la carencia
de una cultura tributaria en el país; al aún deficiente empleo
de la contabilidad como herramienta fundamental para cualquier análisis
económico; y a las dificultades en la comunicación de las políticas, que en
ocasiones no permitieron una comprensión a fondo por la población de estos
difíciles temas y generaron malas interpretaciones debido a vacíos
informativos.
Finalmente, el V Pleno del
Comité Central aprobó el informe evaluativo y las acciones futuras que aseguran
la continuidad de la actualización del modelo económico y social mediante una
mayor participación y responsabilidad de los Organismos de la Administración
Central del Estado, las entidades nacionales y demás órganos.
El Primer Secretario del
Comité Central del PCC consideró que se ha trabajado duro a partir de los
lineamientos del VI y VII congresos. A pesar de los errores e insuficiencias
reconocidas en este Pleno, la situación es más favorable que hace algunos años,
dijo.
Definió como tarea
fundamental de todos los comunistas enfrentar los problemas sin titubear desde
el primer momento, planificar mejor para poner los recursos donde
verdaderamente se necesitan y no esperar a que las soluciones lleguen de
arriba, sino aportar ideas creadoras y racionales.
Reiteró la necesidad de
ahorrar hasta lo más mínimo, ajustándonos a la realidad que vivimos. Tenemos
que adelantarnos a los problemas, luchar resuelta e inteligentemente y mantener
la unidad de la nación.
En tal sentido, recordó los
difíciles momentos del Periodo Especial
en la década del noventa, cuando el país atravesaba una situación extrema. El
escenario desde entonces ha cambiado, pero tenemos que reconocer que nos falta
mucho por hacer en la planificación de nuestra economía pues aún persiste una
mentalidad derrochadora, cuando la línea a seguir tiene que ser la del ahorro y
la eficiencia.
Recordó que la Revolución,
que catalogó como la obra más hermosa que hemos hecho, ha tenido que enfrentar
y vencer desde sus inicios todo tipo de obstáculos y ante los nuevos retos debe
prevalecer el espíritu de resistencia y combatividad que ha caracterizado a
nuestro pueblo, sin un atisbo de pesimismo y con total confianza en el futuro.
Política de la Vivienda
Los asistentes al Pleno
analizaron en detalle el proyecto de la Política de la Vivienda en Cuba,
en la cual se viene trabajando desde hace algún tiempo y tiene como punto de
partida los lineamientos de la política económica y social del Partido y la
Revolución.
El ministro de la
Construcción, René Mesa Villafaña, aseguró que se trata de abordar el asunto
de la vivienda de una forma diferente, utilizando todos los recursos con que
cuenta el país y de manera ordenada.
Para su elaboración se
tuvieron en cuenta el estado actual del fondo habitacional y la conformación de
una estrategia para detener el deterioro y luego avanzar en su recuperación y
solución.
En Cuba existen algo más de 3
824 000 viviendas, según datos del último Censo de Población efectuado en
el 2012 y otras evaluaciones realizadas hasta junio del 2017. De ellas, el
39% se encuentra en regular y mal estado técnico.
La proyección para la
recuperación del fondo habitacional del país se estima en no menos de diez años,
con prioridad en el primer quinquenio para las viviendas con un mayor
deterioro.
Para emprender esta tarea se
realizarán importantes inversiones en la industria del cemento, al tiempo que
se continúa la remodelación de la planta de Siguaney, en Sancti Spíritus, así
como la modernización de la planta de cerámica blanca de Holguín, que
incrementará de manera sustancial la fabricación de azulejos y muebles
sanitarios.
A la par de estas
inversiones, se prevé un mayor desarrollo de la producción local de materiales,
que en los últimos cinco años ha venido creciendo anualmente entre el ocho y 11
%. Al cierre del 2016 ya se producían en los 168 municipios un total de 57
renglones, a partir de las materias primas y reciclables de las localidades.
Para este año se instalarán
423 minindustrias en municipios y consejos populares, que se suman a las que ya
funcionan en los territorios.
Los participantes en el V
Pleno recalcaron la importancia de la producción local de materiales como
soporte fundamental de la política de la vivienda pues acerca la solución a los
territorios, permite la participación colectiva y fortalece el papel de los municipios
en la solución de sus problemas habitacionales.
En este intenso movimiento
constructivo que acometerá el país participarán todos los actores posibles,
entre ellos las familias, las organizaciones estatales de la Construcción, las
cooperativas, las empresas constructoras subordinadas a los consejos de la
Administración provinciales y las del sistema empresarial estatal del país.
El General de Ejército Raúl
Castro Ruz reiteró que esta política de la vivienda tiene que incluir y prever el
respeto al ordenamiento territorial y urbanístico, empezando por las
instituciones del Estado para luego exigir a la población. No se trata de
prohibir las construcciones en tal o más cual lugar, insistió, sino hacerlo de
manera ordenada y donde estén creadas las condiciones elementales para ello.
Convocó a los miembros del
Comité Central a analizar con un mayor detenimiento el informe presentado y
consultarlo con otros compañeros y especialistas en sus respectivos
territorios, con el ánimo de profundizar y aportar nuevas consideraciones antes
de ser aprobada su implementación por el Gobierno.
Estudios para la reforma
constitucional
En otro punto de la reunión,
el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta Álvarez, presentó a los
miembros del Comité Central un informe aprobado por el Buró Político acerca de los
estudios que se vienen realizando para una futura reforma de la Constitución,
que deberá reflejar las principales transformaciones económicas, políticas y
sociales derivadas de los acuerdos aprobados en el VI y VII congresos del
Partido y de los objetivos de su Primera Conferencia Nacional; al tiempo que
ratificará el carácter irrevocable de nuestro socialismo y el papel dirigente
del Partido en la sociedad cubana.
La reforma recogerá las
experiencias adquiridas en estos años de Revolución, particularmente en la
organización y funcionamiento de los órganos del Poder Popular y el ejercicio
de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Tiene como referentes nuestra historia constitucional y procesos similares en
otros países.
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