Por:
Yaimer Mujica Pérez.
Exactamente
a las 8 de la mañana, se escucharon las notas del Himno Nacional de Cuba, y los
vecinos de los edificios ubicados en el Comité de Defensa de la Revolución # 2 “Jesús
Menéndez” en Chambas, hicieron desde sus balcones un coro gigante para saludar
de esta forma el 1ro de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
Se
sentía en el ambiente una emoción inusual, de esas que te erizan los pelos, porque
sabemos que también estamos luchando contra una maldita enfermedad que desvela
y preocupa. Nadie me dirá que es mentira, porque lo vi con mis ojos, personas
que lloraban de la emoción, porque hay un cúmulo de sensaciones.
El recorrido
por calles chamberas de los integrantes del Secretariado Municipal de la Central de Trabajadores de
Cuba no fue menos conmovedor, cuando las personas de forma espontánea salieron
a aplaudir desde los portales de sus casas el recorrido de la caravana, sonido que parecía un impulso
colectivo de que sí podremos vencer estas lentas y oscuras horas de pandemia.
#MiCasaEsMiPlaza Me emocionó recorrer las calles de Chambas y ver a un pueblo aplaudiendo desde sus portales. El 1ro de Mayo no ha sido del todo diferente, porque ha prevalecido lo que nos distingue como pueblo: la unidad. #Cuba #UnidosVeneceremos #ViviremosYVenceremos pic.twitter.com/umvuAyN1wk— chambero🇨🇺 (@chamberohoy) May 1, 2020
Y
claro que hubo diplomas y reconocimientos, a trabajadores en sus casa o a
quienes en el Policlínico "Julio Castillo” son la retaguardia de los que hace
semanas no descansan en la primera línea de enfrentamiento al nuevo coronavirus. Pero
hoy no es día para particularizar en menciones, porque es difícil encontrar
espacios para todos los que merecen alusión, más allá de un estímulo físico.
Este
1ro de Mayo será sin dudas memorable, no solo por la forma en que se celebró,
sino también por la respuesta espontánea de un pueblo que sabe reconocer
cuándo se vive algo trascendental, quizás por aquello de lo que por cierto,
también habló Fidel: sentido del momento histórico.
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