El gran poeta José Lezama
Lima aseveró que "el 26 de Julio rompió los hechizos infernales" y
abrió posibilidades inéditas de redención para el pueblo cubano.
En vísperas del Día de la
Rebeldía Nacional, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) invita a
nuestros escritores y artistas, a todos los trabajadores de la cultura, a
reflexionar sobre los desafíos que enfrenta en este momento la Revolución Cubana
para seguir llevando adelante su proyecto histórico de emancipación.
Nuestro país ha logrado
frenar la expansión del nuevo coronavirus en su territorio y apoyar a otros
muchos países en esta batalla. Ahora enfrentamos la recesión global desatada
como consecuencia de la pandemia y de la naturaleza misma del modelo neoliberal
en crisis. A este escenario tan complejo se suman, en el caso de Cuba, el
recrudecimiento del bloqueo y una gama muy amplia de agresiones de toda índole.
A sabiendas de que la
supervivencia de la nación pasa hoy por reactivar la economía y vencer el cerco
implacable de nuestros enemigos, debemos enfatizar en el papel decisivo de la
cultura en estas circunstancias como en otros momentos cruciales que hemos
vivido.
Las campañas imperiales de
difamación y los intentos por desacreditar la obra revolucionaria pretenden
dividirnos, sembrar el desaliento y promover la restauración capitalista como
la solución salvadora.
En su intervención en el
Consejo de Ministros el pasado 16 de julio, el Presidente Díaz-Canel, se
refirió a cómo nuestros enemigos "en temas de derecho y sociedad no han
desistido en la búsqueda de puntos de quiebra en la unidad nacional,
magnificando los posibles disensos en asuntos sensibles como el matrimonio
igualitario, el racismo, la violencia contra la mujer, o el maltrato a los
animales, por mencionar algunos, en todos los cuales trabajamos seriamente para
resolver deudas de siglos que solo la Revolución en el poder ha enfrentado con
indiscutibles progresos".
En el debate de estos y
otros temas hemos participado activamente, y tendremos que seguir haciéndolo,
como parte del ineludible compromiso de la vanguardia intelectual y artística
con la Revolución y su liderazgo.
Los creadores cubanos
continuaremos librando batallas contra la burocracia, el dogmatismo, la
intolerancia, la indolencia y la incultura, contra toda forma de
discriminación, contra el deterioro de la civilidad y la toma de decisiones
arbitrarias.
Los escritores y artistas no
hemos dejado de ofrecer contribuciones esenciales al enriquecimiento de la vida
espiritual de nuestro pueblo, aun cuando la pandemia ha impuesto limitaciones
en el seguimiento de las prioridades acordadas por el IX Congreso de la UNEAC.
El arte, la literatura, el
ejercicio intelectual, influyen decisivamente en la calidad de vida de la
población. Representan un antídoto insustituible frente a un modelo que asocia
la felicidad al consumismo, al dinero, a la acumulación de posesiones.
Contribuyen también a romper "los hechizos infernales" de la
marginalidad, del individualismo, de la fascinación por los mitos capitalistas.
La cultura es sinónimo de libertad individual y colectiva.
La redención para el pueblo
cubano que lideró Fidel el 26 de julio de 1953, tiene garantizada su
continuidad. Como él nos señaló durante la clausura del congreso fundador de la
UNEAC, "a la Patria no le arrancarán una sola alma libre; las almas libres
permanecerán siempre junto a la Patria, junto a la justicia, junto a la
Revolución."
Secretariado de la UNEAC
21
de julio de 2020
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