No
hizo falta que Radio Chambas cumpliera 16 años para tener su carnet de
identidad, ese documento oficial que certifica la asunción de mayores
responsabilidades en la vida. Antes de este 31 de mayo de 2020, ya nos habíamos
ganado el cariño de los oyentes, los que puntualmente esperan a que sean las 2
de la tarde de cada día para sintonizar su emisora. El pronombre posesivo su está mejor empleado que nunca, porque
“La Voz de la Parranda” es del público.
Cuentan
los fundadores de la planta radial, que al escucharse por primera vez las ondas
sonoras de la 90.7 de la FM, la varilla a superar estaba bastante elevada,
porque las preferencias de los receptores se dirigían hacia la vecina provincia de
Sancti Spíritus, con años y prestigio de sobra en esto de convertir el sonido
en mensaje. Pero no pasó mucho tiempo en que los oídos chamberos se enfocaran
en su recién nacida emisora.
Ni
pequeña, ni menos que nadie, así vemos los trabajadores de Radio Chambas a
nuestra casa laboral, y alguien podría traducir este sentimiento con un
elemento subjetivo tan necesario cuando se quieren hacer bien las cosas:
sentido de pertenencia.
Y
es verdad que hay nombres que parecen sinónimos de “La Voz de la Parranda”,
Cristóbal o María Elena por ejemplo, pero desde una de las esquinas del centro
de Chambas, todo el mundo aporta, desde quien llega primero para dejar
limpios los locales, hasta el que detrás de una computadora hace magia en la realización del
sonido.
Cuando
en 2012 me ubicaron laboralmente aquí, muchos me decían, y aún me lo expresan, “que
estaba loco, quien estudia 5 años una carrera de Periodismo no está para que se
marchite en un pueblecito”. La práctica contradijo todos esos augurios, y lo
digo sin conformismo, Radio Chambas me ha dado la oportunidad de crecer
profesionalmente, porque tiene algo característico, la cercanía con los
oyentes, un feedback o retroalimentación que enriquece.
Evidencia
de ello se vive cada tarde, cuando Laurita, la asistente de programas, no para de
escribir nota tras nota, que mediante la vía telefónica transmite el público.
Aunque claro, hay personas que se repiten en dichos reportes, y no por
monotonía, sino por lealtad.
Hoy
no tendremos brindis, ni de esas fiestonas íntimas que se sabe cuándo empiezan,
pero no cuándo terminan. Ya sabemos que la culpa solo la tiene un virus que
piensa por ahora que es quien agua las celebraciones. Parranderos al fin, por
supuesto que quisiéramos reunirnos como cada año, pero el deber hoy está en
informar y entretener, esencias de cualquier medio de comunicación, pero con
valores añadidos en la actualidad.
Radio
Chambas ya es adulta, dejó de ser una niña o adolescente, aunque se han
disfrutado todas las etapas, incluso, los tropiezos momentáneos nos han
enseñado. Y si requiriésemos un carnet
de identidad, sería la risa de un oyente en vivo, o esa frase repetida infinidad de
veces en un contacto telefónico con algún radioescucha: “Muchas gracias, ustedes son
la mejor pastilla para alegrarnos la vida”. ¿Qué más pedir en sólo 16 años?
Qué bueno, identidad propia. el otro dia vi en twittter una emisora que le cogio a CMHW el título de Reina Radial a CMHW La Reina Radial del Centro y se lo puso como nombre en esa red social. Funesto.
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