Algunas personas, sobre todos los más jóvenes, creen que la COVID-19 es un asunto del cual no deben preocuparse tanto, pero la evidencia científica demuestra que ante la enfermedad no hay nadie invencible.
Cuando en una sala de pacientes positivos al coronavirus, la chambera Yoleiny Vardiña Hernández, de 26 años de edad, sentía que su cuerpo era mella del padecimiento y otros de los ingresados que superaban las 7 décadas de vida no se sentían nada en absoluto, se percató de que no hay distinción etaria frente a la COVID-19.
Su experiencia la puedes escuchar en la siguiente entrevista realizada por Yaimer Mujica Pérez:
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